Banco Central aumenta límites para que AFP inviertan en activos alternativos
La inversión en estos activos permite diversificar el portafolio y así tener mejores retornos. La industria valoró la medida.
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Activos de capital privado extranjeros, bienes raíces nacionales no habitacionales para renta o créditos sindicados, son parte de las opciones de inversión en los denominados "activos alternativos" que tienen las AFP desde hace tres años, cuando la ley entró en vigencia el 1 de noviembre de 2017.
Cuando se dio el visto bueno para que las AFP invirtieran en este tipo de instrumentos, el Banco Central fijó para los multifondos los límites máximos de inversión en activos alternativos, teniendo un tope de 10% el fondo A; 8% el fondo B; 6% el fondo C y 5% los fondos D y E.
Hoy, el ente rector dio a conocer que su Consejo adoptó aumentar el límite de inversión de este tipo de instrumentos. Específicamente, las inversiones en activos alternativos no podrán exceder el 13% del fondo A; el 11% del fondo B; 9% del C; el 6% del fondo D y 5% del fondo, para el fondo E.
Industria valora la medida
Desde la Asociación de AFP, el gerente general Fernando Larraín destacó la propuesta. Según Larraín, los límites que habían hasta este cambio, hacía que los portafolios de inversión estuvieran topados en los límites. "Esto permite tener a acceso a otros tipos de instrumentos de manera tal que en el mediano-largo plazo, se pueden generar mayores niveles de rentabilidad en los fondos de pensiones", señaló.
De todas formas, reconoció que el efecto no será inmediato. "No va a provocar un efecto en el corto plazo, va a tomar su tiempo, pero es importante que las inversiones de pensiones que son en el largo plazo, tengan un componente mayor de activos alternativos", sostuvo.
El timonel del gremio explicó que los activos alternativos invitan a tener una exposición mayor en Chile, pero para que se genere eso en la práctica "se necesita que la deuda privada (que es parte de los activos alternativos), se considere como renta fija, porque la deuda privada internacional se considera como renta fija pero la nacional no", dijo.
En ese sentido, indicó que si por ejemplo una AFP quisiera acceder a fondos que existen actualmente, como factoring o fondos de préstamos a pymes, es necesario que la normativa contabilice eso como renta fija local.
El gerente de inversiones de AFP Cuprum, Gustavo Price también valoró el anuncio, señalando que va en la dirección correcta. "Esto nos permite aprovechar oportunidades y expandir las posibilidades de tener carteras más eficientes, para el objetivo que tienen los fondos previsionales, que es el ahorro para la pensión", manifestó.
De acuerdo a Price esto es beneficioso para los afiliados, "pues nos permite aspirar a mayor retorno por unidad de riesgo, a través de activos con mayor retorno esperado y no perfectamente correlacionados con el resto de la cartera, sacrificando en alguna medida la liquidez, que consideramos es menos relevante para los afiliados que las otras variables", explicó.
¿Cuáles son los activos alternativos?
De acuerdo al centro de estudios, Ciedess, los activos alternativos son una clase no tradicional de activos financieros, con características que se alejan de los instrumentos más comunes de inversión (como las acciones o los bonos).
"Entre las principales clases de activos alternativos presentes en el régimen de inversiones de los fondos de pensiones y de cesantía se encuentran el capital privado extranjero, la deuda privada extranjera, acciones de sociedades anónimas nacionales cerradas (incluyendo sociedades concesionarias de obras de infraestructura y las sociedades inmobiliarias), créditos sindicados, mutuos hipotecarios endosables con fines no habitacionales y bienes raíces nacionales no habitacionales sujetos a contratos de arrendamiento con opción de compra (leasing)", detalla Ciedess.
Según la entidad ligada a la Cámara Chilena de la Construcción, las principales ventajas de estos activos son: su potencial de rendimiento, el cual –bajo una política de inversiones y gestión correctas– permitiría incrementar la rentabilidad de los fondos de pensiones. Y, su menor correlación con los activos tradicionales, lo que permitiría mejorar la diversificación de las inversiones.